CFS:2003/3


COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

29º período de sesiones

Roma, 12-14 de mayo de 2003

EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

Índice


CUADRO I DEL ANEXO:  Indicadores de la alimentación, la nutrición y la salud
CUADRO II DEL ANEXO: Variaciones en los indicadores de la seguridad alimentaria mundial
CUADRO III DEL ANEXO: 1º y 2º indicadores de la seguridad alimentaria incluyendo más países exportadores
CUADRO IV DEL ANEXO: Coeficientes reservas-utilización de los cereales mundiales
CUADRO V DEL ANEXO: Valor de las importaciones de productos alimenticios básicos
CUADRO VI DEL ANEXO: Índice del volumen de importaciones de productos alimenticios básicos
CUADRO VII DEL ANEXO: Comercio mundial y crecimiento del producto interno bruto (PIB) (variación porcentual con respecto al año anterior)
CUADRO VIII DEL ANEXO: Indicadores del acceso y la integración económicas

 


INTRODUCCIÓN

En el presente documento se resumen los principales acontecimientos del último año que influyen en la situación actual de la seguridad alimentaria mundial. Se han tenido debidamente en cuenta las recomendaciones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) con respecto al contenido del presente documento. Se ha prestado especial atención a las recomendaciones siguientes, formuladas por el Comité en su 28º período de sesiones:

Sigue avanzando la labor sobre sistemas de información relativa a la seguridad alimentaria y los adelantos en esta esfera de trabajo se presentan en los documentos siguientes: CFS: 2003/Inf.7, titulado “Informe sobre la elaboración de SICIAV”, y CFS: 2003/Inf.11, titulado “Nota informativa sobre la situación de los SICIAV a nivel nacional”. Las otras cuestiones se abordan directamente en las secciones sobre el acceso económico y la inocuidad de los alimentos. Se ha elegido como cuestión temática fundamental los efectos del cambio climático sobre la seguridad alimentaria y en el documento CFS: 2003/Inf.13 (“Efectos del cambio climático sobre la seguridad alimentaria y repercusiones para la producción sostenible de alimentos”) se proporciona información más detallada al respecto.

I. ESTADO DE LA ALIMENTACIÓN Y LA NUTRICIÓN

A. SITUACIÓN ACTUAL

1. Hace casi un año tuvo lugar la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después (CMA:cad), a la que asistieron delegaciones de 179 países y de la Comisión Europea, de ellas 73 encabezadas por jefes de Estado o de Gobierno o sus representantes. Las delegaciones renovaron su compromiso con la consecución de las metas establecidas en la Declaración de Roma de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996 y acordaron acelerar la aplicación del Plan de Acción de la CMA. Las estimaciones más recientes sobre el número de personas subnutridas demostraban que dicha reunión era sumamente necesaria y oportuna. Sobre la base de los datos de 1998-2000, el número de personas subnutridas en el mundo se cifra actualmente en 840 millones1, de los que 11 millones se hallan en los países industrializados, 30 millones en países en transición y 799 millones en el mundo en desarrollo. Al comparar esta última cifra con los 819 millones de personas subnutridas que había en los países en desarrollo en 1990-1992 (período de referencia utilizado en la CMA) se aprecia un descenso anual de apenas 2,5 millones en esos ocho años, cifra inferior, con gran diferencia, a la disminución anual prevista de 22 millones para conseguir el objetivo de la CMA de reducir a la mitad el número de personas afectadas por el hambre en el mundo para 2015.

2. Más aún, al comparar los dos últimos períodos trienales de 1997-1999 y 1998-2000 se observa que se ha producido un aumento real de 15 millones de personas subnutridas en el mundo entre los dos períodos. Este es un hecho preocupante, que evidencia que la eficacia de la labor llevada a cabo por los países en la lucha contra el hambre ha disminuido considerablemente. No obstante, si se comparan los resultados de distintos países en desarrollo en lo relativo a la reducción del hambre con el objetivo de la CMA se ponen de manifiesto ciertas diferencias, (véase el Cuadro 1 del Anexo). Si se considera que el objetivo de la CMA se aplica a cada país, se pueden formular las observaciones siguientes. De un total de 96 países en desarrollo sobre los que existen datos comparables, 24 países van camino de conseguir el objetivo; 6 están rezagados; 22  están cada vez más lejos y 44 países no tienen ninguna posibilidad.

3. Además, aunque en 26 de 61 países en desarrollo disminuyó el porcentaje de personas subnutridas respecto a la población total, la cifra absoluta de personas subnutridas ha continuado aumentando. En la India, por ejemplo, se registró un aumento de 18 millones de personas subnutridas, a pesar de que se redujo ligeramente la proporción del 25 al 24 por ciento.

4. En el África subsahariana continúa existiendo la prevalencia más alta de subnutrición y se registró además el mayor aumento del número de personas subnutridas (véase la Figura 1). La mayor parte de dicho aumento se produjo en África central. En África occidental, Asia sudoriental y América del Sur se han reducido de manera significativa la prevalencia y el número de personas subnutridas. En cambio, en América Central, el Cercano Oriente Asia oriental (excluida China) se ha experimentado un aumento tanto de la prevalencia como del número de personas subnutridas.

5. Dado que existe un consenso acerca de la necesidad de tratar de conseguir la meta de la CMA de reducir el número total de personas subnutridas a menos de 400 millones para 2015, así como el objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la prevalencia para 2015, en primer lugar se ha de prestar especial atención a los países más gravemente castigados por el hambre, a menudo denominados situaciones críticas de hambre.

Figura 1: Porcentaje de personas subnutridas en las regiones en desarrollo

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Fuente: SOFI, 2002

 

B. SITUACIONES CRÍTICAS DE HAMBRE

6. En marzo de 2003, unos 38 países de todo el mundo estaban experimentando graves emergencias alimentarias, la mayoría de ellos (25) en África, seis en Asia, cinco en América Latina y dos en Europa (véase el Recuadro 1). Las dos regiones que se han enfrentado con las situaciones más graves de escasez han sido el África austral y el Cuerno de África. En al menos 17 países, la mayoría en África, la causa principal de la escasez de alimentos son los desórdenes internos y las consecuencias de la guerra vinculadas con el desplazamiento de la población. Las personas desplazadas dentro del país, los refugiados y los repatriados se han visto forzados a abandonar sus territorios, con lo que han perdido sus medios de obtención de ingresos y producción de alimentos. En 15 casos, la sequía (y la sequía recurrente) causó una reducción de las cosechas. Las limitaciones económicas y los marcados descensos de los precios de los productos básicos (principalmente del café) dieron también lugar a situaciones de urgencia alimentaria en al menos seis países. En muchos casos, la situación se vio agravada por el efecto desestabilizador de la pandemia de VIH/SIDA. El SIDA y el hambre están directamente vinculados. Más de 40 millones de personas se enfrentan actualmente con emergencias alimentarias.

Recuadro 1: Países que se enfrentan con emergencias alimentarias

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ÁFRICA: En África oriental, más de 13 millones de personas se enfrentan a una aguda escasez de alimentos en Eritrea y Etiopía. La producción de cereales en 2002 disminuyó aproximadamente un 25 por ciento debido a la sequía. Se necesita urgentemente gran cantidad de ayuda alimentaria para evitar la inanición. En el Sudán, donde el conflicto ha sido muy prolongado, la producción de cereales en 2002 descendió aproximadamente un 30 por ciento en comparación con el año anterior y la República Unida de Tanzanía sufrió una sequía en algunas zonas. En África meridional (Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe), la escasez del suministro de alimentos se ha paliado aumentando la distribución de ayuda alimentaria. En general, las perspectivas para las próximas cosechas son favorables pero se prevé que la producción disminuirá de nuevo en Zimbabwe. Se han registrado también escasas precipitaciones en el sur de Mozambique. En África occidental, la situación alimentaria sigue siendo extremadamente grave en Mauritania, después de tres cosechas escasas consecutivas. Angola, Burundi, Cabo Verde, Kenya, Liberia, la República del Congo, la República Democrática del Congo, Sierra Leona y Somalia se han visto afectadas por varias cosechas escasas y situaciones de escasez de alimentos sucesivas. En Côte d’Ivoire y Guinea continúan los desórdenes internos y sigue habiendo personas desplazadas dentro de los mismos países.
 

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ASIA: Persiste una grave crisis humanitaria en la República Popular Democrática de Corea debido a la escasez crónica de alimentos y se necesita urgentemente asistencia alimentaria. Se requiere asistencia alimentaria de socorro para la población damnificada por catástrofes naturales o de origen humano en el Iraq, Mongolia y Tayikistán. En el Cercano Oriente, sigue siendo necesaria asistencia alimentaria en el Afganistán, a pesar de que la cosecha del último año fue mejor. La situación alimentaria en la Ribera Occidental y la Faja de Gaza es grave debido a las operaciones militares continuas y a la tensa situación política.
Bangladesh, Nepal y Sri Lanka siguen necesitando también asistencia alimentaria de socorro.
 

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AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: En El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua se sigue prestando asistencia alimentaria a familias rurales damnificadas por la grave crisis del sector del café, del que dependen en gran medida los ingresos de los pequeños agricultores y los ingresos en divisas de los países. En Haití se está proporcionando además asistencia alimentaria a los agricultores en los departamentos meridionales afectados por condiciones meteorológicas desfavorables. Lluvias abundantes e inundaciones en diversas partes de Bolivia y Perú han producido daños en los cultivos.
 

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EUROPA: En los países de Europa central y oriental las perspectivas para los cereales de invierno son de signo diverso. En la Comunidad de Estados Independientes (CEI), las condiciones extremas de frío y una capa de nieve insuficiente han puesto en peligro zonas cultivadas con cereales de invierno más extensas de lo habitual.
Continúa siendo necesaria asistencia alimentaria de emergencia para los refugiados, la población desplazada dentro del país y grupos vulnerables de la población en Serbia y Montenegro, así como en Chechenia, en la Federación de Rusia.
 

FUENTE: FAO/SMIA, Cosechas y escaseces alimentarias, nº 1, marzo de 2003

    Una reciente misión conjunta de la FAO y el Comité Permanente Interestatal para la Lucha contra la Sequía en el Sahel (CILSS) en la región de África occidental estimó que hay un déficit de cereales total en la zona de 611 350 toneladas. En el Senegal, por ejemplo, la sequía ha agostado secado las cosechas de cacahuete, cultivo con el que muchos agricultores obtienen dinero para comprar alimentos, lo que ha hecho que suban los precios de otros cultivos básicos. La cosecha de cacahuete se ha reducido más del 70 por ciento respecto a la del año pasado, y más de la mitad de las unidades familiares que viven en zonas rurales sufren la escasez de alimentos.

En Mauritania, cerca de 600 000 personas se enfrentan a una escasez de alimentos y, dados los niveles actuales de las cosechas estimadas y las promesas de ayuda, se prevé que el país cubrirá sólo dos terceras partes de sus necesidades de cereales. A consecuencia de la guerra que ha tenido lugar en Côte d’Ivoire, más de 130 000 personas que se habían establecido allí han huido a Malí, país limítrofe, cruzando la frontera. La afluencia de refugiados, que llegan con las manos vacías y dependen de sus familias y de la ayuda externa, podría hacer empeorar la situación económica del país, en el que ya un 73 por ciento de la población vive con menos de 1 dólar al día. Malí tiene el mayor déficit de cereales de la zona y necesita unas 213 000 toneladas de cereales.

Se proporcionará al Comité información actualizada sobre las situaciones críticas de hambre en el documento CFS: 2003/Inf.6.

 

C. NECESIDADES DE AYUDA ALIMENTARIA PARA 2002/03

7. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), cabe prever que las necesidades de ayuda alimentaria mundiales en 2003 aumentarán hasta al menos 3 000 millones de dólares EE.UU. A principios de diciembre de 2002, el PMA confirmó que había recibido aportaciones por un total de 1 781 millones de dólares EE.UU., lo que representaba el 70 por ciento de las necesidades de ayuda alimentaria globales para el año civil 2002. De las aportaciones totales, 197 millones de dólares EE.UU. se destinaron al desarrollo, 1 100 millones de dólares EE.UU. a operaciones de emergencia, 452 millones de dólares EE.UU. a operaciones prolongadas de socorro y recuperación (OPSR) y 32 millones de dólares EE.UU. a operaciones especiales destinadas a facilitar la entrega de socorro humanitario.

8. Los envíos totales de ayuda alimentaria en cereales en 2002/03 (julio/junio) podrían mantenerse en el nivel reducido de aproximadamente 7,4 millones de toneladas (en equivalente en grano) de 2001/02. Estaba previsto que los envíos de los Estados Unidos de América siguieran siendo cuantiosos, aunque menos que los de la campaña anterior, en vista de la subida de los precios internacionales y de los suministros nacionales de trigo más limitados. Cabe prever además que disminuirán ligeramente los envíos de la mayoría de los demás donantes principales. En diciembre de 2002, la India prometió 1 millón de toneladas de trigo a las Naciones Unidas. En un principio, éste estaba destinado al Afganistán, pero posteriormente se amplió con el fin de abarcar otras regiones, que incluían países de África meridional asolados por la hambruna. Además de la India, varios otros países que no son donantes habituales han aumentado también sus promesas de ayuda, entre ellos China, la Federación de Rusia, Omán y la República de Sudáfrica.

9. Los envíos totales de ayuda alimentaria en cereales en 2001/02 ascendieron a 7,4 millones de toneladas. Los envíos globales destinados a los países de bajos ingresos con déficit de alimentos (PBIDA) disminuyeron hasta 6,3 millones de toneladas, aproximadamente 2 millones de toneladas menos que en la campaña anterior. Esta disminución se debió principalmente a la disminución de los envíos a los PBIDA en África. Los cinco principales beneficiarios de ayuda alimentaria en cereales en 2001/02 fueron la República Popular Democrática de Corea (1 millón de toneladas), Etiopía (560 000 toneladas), Bangladesh (452 000 toneladas), Afganistán (252 000. toneladas) y Filipinas (248 000 toneladas). De esos países, los tres primeros fueron los mismos que en 2000/01, pero Kenya y la Federación de Rusia, que habían sido respectivamente el cuarto y el quinto mayores beneficiarios en 2000/01, retrocedieron a la 12ª y 9ª posición, respectivamente

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II. VIGILANCIA DE OTROS ASPECTOS DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

A. DISPONIBILIDAD Y ESTABILIDAD DE LOS SUMINISTROS

10. El año pasado se registró una disminución de la producción global de alimentos atribuida exclusivamente a los cereales, ya que en 2002 la producción de otros alimentos básicos no varió o aumentó ligeramente. En consecuencia, y teniendo en cuenta que el consumo de la mayor parte de los alimentos básicos se incrementó, las reservas permanentes se redujeron, en especial las de cereales, aceites y grasas, y leche. Las existencias de los principales países exportadores de cereales se han reducido, como resultado de lo cual desde mediados de 2002 los precios de los cereales han experimentado presiones alcistas. Esta tendencia ha sido contrarrestada en parte por la disponibilidad de abundantes suministros de diversos cereales no tradicionales. Asimismo, en 2002 el descenso del suministro de leche y aceites de origen vegetal dio lugar a un aumento de la presión en los precios internacionales de dichos productos y en 2003 se prevé que sucederá lo mismo con respecto a la carne y las legumbres.

Cereales

11. El Comité examina habitualmente un conjunto de indicadores relativos a los cereales, dada su importancia en la cesta mundial de alimentos (Cuadro II del Anexo)2. Todos los indicadores de la campaña en curso (2002/03) indican que la vulnerabilidad de la seguridad alimentaria ha aumentado a nivel mundial. Esto se debe en gran parte a la disminución de la producción de varios de los principales países exportadores, básicamente debido a las condiciones meteorológicas.

12. El primer indicador mide la capacidad de los cinco mayores exportadores de cereales de satisfacer la demanda de importación de cereales (trigo y cereales secundarios). Aunque esta cifra es ligeramente inferior a la de la última campaña, es superior al promedio de los años anteriores. Con respecto a la campaña actual (2002/03), se prevé que esta relación disminuirá ulteriormente hasta situarse en un 1,13, lo cual supone que el suministro será superior a las necesidades únicamente en un 13 por ciento. El factor que ha causado esta disminución es el descenso de la producción en 2002 debido a las condiciones meteorológicas, lo cual ha ocasionado una marcada reducción de los suministros disponibles para la exportación de Australia, el Canadá y los Estados Unidos de América.

13. Sin embargo, en los últimos años se ha producido la entrada en el mercado mundial de cereales de diversos países que han logrado producir considerables excedentes exportables, a saber, el Brasil, China, la Federación de Rusia, la India, Kazajstán y Ucrania. Si el primer indicador se calculara de nuevo incluyendo estos nuevos exportadores de cereales, la relación sería considerablemente más elevada en todos los años (Cuadro III del Anexo).

14. El segundo indicador se refiere al volumen de las existencias finales de cereales en poder de los cinco exportadores principales de trigo, cereales secundarios y arroz como porcentaje de su desaparición total (es decir, el consumo interno más las exportaciones). Con respecto a la campaña 2002/03, este indicador refleja un empeoramiento de la situación de los suministros totales de cereales, incluidos todos los cereales principales, especialmente dado que los descensos han ido acompañados de un aumento de los precios internacionales.

15. El tercer indicador mide las variaciones en la producción de cereales de los países que “antes” eran los principales importadores de cereales, esto es, China, la CEI y la India, en comparación con el año anterior. En 2002, los valores de este indicador decayeron, en comparación con la notable recuperación del año anterior. El descenso de la producción total de cereales de este grupo de países se debió en gran medida a una disminución significativa de la producción de cereales en la India, que anuló con creces el ligero aumento de la producción de cereales en China y la mayor parte de los países de la CEI. No obstante, este indicador ha pasado a ser menos importante en los últimos años ya que la mayor parte de esos países se han convertido en exportadores netos de cereales. Por esta razón, el Comité quizá desee reconsiderar la utilización de este indicador.

16. El cuarto indicador se emplea para evaluar las variaciones en la producción total de cereales de los PBIDA. En 2002, este indicador fue negativo, lo que evidencia un descenso de la producción total de cereales de este grupo de países. Como en el caso del tercer indicador, este descenso refleja una disminución acusada de la producción de cereales en la India, que cayó casi en un 9 por ciento con respecto al año anterior.

17. El quinto indicador mide las variaciones en la producción total de cereales de los PBIDA, excluidos China y la India. Utilizando este indicador, se observa que la producción total de cereales de este grupo modificado de países registró en realidad un ligero crecimiento del 1 por ciento aproximadamente en 2002, tras un resultado incluso mejor el año anterior. En la mayor parte de los PBIDA de África del Norte se dieron buenas cosechas, que compensaron sobradamente la disminución de la producción en varios países del África subsahariana.

18. El sexto indicador proporciona un panorama puntual de las fluctuaciones interanuales de determinados precios de exportación del trigo, el maíz y el arroz. En los primeros siete meses de la campaña comercial 2002/03 (julio/junio), los precios internacionales del trigo y el maíz fueron en promedio muy superiores a los precios registrados durante el período correspondiente de 2001/02. En 2002, los precios internacionales del arroz se recuperaron ligeramente, aunque esto no es aplicable al arroz de todas las calidades y lugares de origen. La intervención en el mercado de ciertos países exportadores de arroz provocó una subida de los precios, aunque la demanda de importación siguió siendo por lo general débil.

19. La Secretaría propone seguir utilizando el concepto de coeficiente reservas-utilización como indicador de las fluctuaciones de la oferta y la demanda mundiales de cereales de un año para el siguiente, complementado con otros análisis de la variación de los precios internacionales de los productos básicos en cuestión. En el Cuadro IV del Anexo se presentan los coeficientes reservas-utilización en relación con todos los cereales, así como con el trigo, los cereales secundarios y el arroz, durante los dos últimos decenios, además de las previsiones para 2002/03. Se estima que el coeficiente reservas-utilización de cereales disminuirá hasta situarse en un 23,5 por ciento durante esta campaña, alcanzando la cifra más baja en 22 años (inferior al 31 por ciento registrado en 1995/96, cuando tuvo lugar la última subida importante de los precios). El descenso observado en la relación de los cereales totales es el resultado de las disminuciones significativas de cada una de las principales categorías de cereales, a saber, el trigo, los cereales secundarios y el arroz. Debido a una subida análoga de los precios internacionales, posiblemente aumente la vulnerabilidad de la producción mundial a fluctuaciones inesperadas.

Raíces y tubérculos

20. Las raíces y los tubérculos, los alimentos básicos que siguen en importancia a los cereales, constituyen una fuente esencial de aporte energético en numerosos países en desarrollo, especialmente para la población rural. Se estima que en 2002 la disponibilidad mundial ascendió a 686 millones de toneladas (184 millones de toneladas en equivalente en grano), prácticamente igual que el año anterior, lo cual refleja la disminución de las reservas permanentes en 2001, año de cosechas reducidas, que contrarrestó el aumento de la producción del 1 por ciento aproximadamente en 2002. En el grupo de productos básicos, aumentaron los suministros mundiales de batata y, en menor medida, de yuca, ñame y otros tubérculos y raíces secundarios, aunque se registró un descenso en el caso de las patatas.

21. La producción de raíces y tubérculos disminuyó en los países desarrollados, mientras que los países en desarrollo experimentaron un ligero aumento en conjunto. El aumento de la producción en los PBIDA, responsables de alrededor del 70 por ciento de la producción mundial, incrementó los suministros globales de dichos países en un 1,5 por ciento aproximadamente. En consecuencia, la disponibilidad per cápita en este grupo de países en 2002 se mantuvo en cerca de 109 kg (27,3 kg en equivalente en grano), es decir, no varió desde el año anterior, aunque en 2000 era de 2,4 kg más. Especialmente preocupante fue la disminución de los suministros per cápita de yuca en 2002 en varios PBIDA de África.

Aceites vegetales, grasas animales y semillas oleaginosas

22. Actualmente, los PBIDA obtienen un 11,2 por ciento de su aporte calórico de diversas semillas oleaginosas, aceites vegetales y grasas animales, frente al 9,5 por ciento hace un decenio. Los precios internacionales de los aceites y las grasas han subido considerablemente desde principios de 2002, debido en gran medida a una disminución de los suministros mundiales como resultado de la reducción de las reservas permanentes y del estancamiento de la producción, especialmente con respecto al aceite de palma, que es el producto que sigue en importancia al aceite de soja en cuanto a la producción y el consumo mundiales. Sin embargo, se prevé que los suministros mundiales disminuirán en la campaña comercial 2002/03 (octubre/septiembre) en respuesta a la caída de los precios reales, el primer descenso en 10 años. La producción de los países en desarrollo ha venido creciendo rápidamente, por lo que se estima que aumentará ligeramente, menos de un 2 por ciento, en 2002/03 y, por tanto, como grupo representará un 64 por ciento aproximadamente de la producción mundial. Por el contrario, los suministros exportables están muy concentrados en unos pocos países desarrollados (el Canadá, algunos países de la Unión Europea y los Estados Unidos de América) y en cuatro países en desarrollo (la Argentina, el Brasil, Indonesia y Malasia), los cuales representan alrededor de un 80 por ciento de las exportaciones mundiales.

Productos pecuarios

23. El aumento de las existencias pecuarias en los PBIDA ha superado los promedios mundiales en más de un 1 por ciento al año desde 1995, registrándose el mayor crecimiento regional en África. En estos países, la proporción del consumo total de calorías que aportan los productos de origen animal (carne, productos lácteos, huevos y asaduras) fue del 10 por ciento como promedio en los últimos 10 años.

24. La producción de carne en los PBIDA ha aumentado un 4,7 por ciento al año desde 1995, por lo que la parte de la producción mundial correspondiente a este grupo se incrementó del 33 por ciento en 1995 al 37 por ciento estimado en 2002. Si bien el consumo en estos países aumentó de 20 a 23 kg per cápita, todavía es considerablemente inferior al promedio mundial de 39,4 kg per cápita. En 2002, los precios internacionales de la carne bajaron debido a un aumento notable de la producción en los principales países exportadores de este producto, en un contexto de crecimiento moderado de la demanda de importación. Se prevé que en 2003 los precios experimentaran una presión a la alza, motivada por la reducción de los suministros de carne, especialmente los de los principales países desarrollados exportadores, que suministran casi dos tercios del comercio mundial de productos cárnicos.

25. La producción mundial de leche aumentó en un 2 por ciento en 2002. La tasa de crecimiento más elevada se dio en los países en desarrollo, incluidos los PBIDA. En consecuencia, la proporción de la producción mundial de leche correspondiente a los países en desarrollo continuó creciendo, y se estima que representa actualmente un 41 por ciento de la producción total. Debido al aumento de los suministros (y los subsidios a la exportación), los precios internacionales de los productos lácteos cayeron de mediados de 2001 a agosto de 2002 hasta alcanzar su nivel más bajo desde 1990. Sin embargo, la disminución de los suministros de exportación desde mediados de 2002, principalmente debida a un escaso aumento de la producción y, en algunos casos, a su disminución (Oceanía y Sudáfrica), ha causado una recuperación considerable de los precios que, hasta febrero de 2003, han aumentado casi un 40 por ciento, volviendo a niveles casi iguales al promedio de los últimos años. La mayor demanda de importación también ha favorecido la subida de los precios, especialmente con respecto a la leche en polvo, en China y Asia sudoriental, y a los productos lácteos en Argelia, América Central y México.

Pescado

26. En el mundo entero, más de 1 000 millones de personas dependen del pescado como una fuente importante de proteínas de origen animal (igual o superior al 30 por ciento del total). La dependencia del pescado es normalmente mayor en las zonas costeras. Aproximadamente un 56 por ciento de la población mundial obtiene al menos un 20 por ciento de su aporte proteínico de origen animal del pescado; algunos pequeños Estados insulares dependen casi exclusivamente del pescado.

27. Desde 1961, el suministro total de pescado del mundo, excluida China, ha aumentado a un ritmo cercano al 2,4 por ciento al año, mientras que la población ha crecido un 1,8 por ciento anual. Sin embargo, desde finales de la década de 1980, el crecimiento demográfico mundial, excluida China, ha superado en ocasiones el aumento del suministro total de pescado, por lo que el suministro per cápita de pescado disminuyó de 14,6 kg per cápita en 1987 a 13,1 kg en 2000. A comienzos de la década de 1960, el suministro de pescado per cápita en los PBIDA era, como promedio, un quinto del suministro en los países más ricos. Esta diferencia se ha reducido paulatinamente, por lo que en 1999 el promedio de consumo de pescado en los PBIDA era casi igual a la mitad de la cifra de las economías más ricas. Si se excluye China, el suministro per cápita en los PBIDA aumentó de 5 kg a 8,3 kg durante este período, es decir, a una tasa anual de crecimiento del 1,3 por ciento.

28. Aunque el consumo de pescado sea relativamente bajo en los PBIDA, la contribución de este producto al aporte proteínico de origen animal es considerable (casi un 20 por ciento) y puede ser mayor de lo que las estadísticas oficiales indican, debido a la contribución de la pesca de subsistencia no registrada en el consumo de alimentos. Sin embargo, en los últimos cuatro decenios, la proporción de proteínas del pescado, en relación con otras proteínas de origen animal, ha mostrado una tendencia ligeramente negativa, debido al mayor aumento del consumo de otros productos animales.

Factura de importación de alimentos

29. Desde mediados del decenio de 1990 hasta 2001, los costos de las importaciones de alimentos de los países en desarrollo reflejaron una tendencia a la baja debido a la caída de los precios internacionales de la mayor parte de los productos alimenticios básicos (Cuadro V del Anexo). En el mismo período, el volumen de las importaciones de alimentos de los países en desarrollo aumentó notablemente, en un 29 por ciento (Cuadro VI del Anexo). Las importaciones que aumentaron de forma más rápida, en cuanto al volumen se refiere, fueron las de aceites, grasas y semillas oleaginosas, seguidas de la carne, el azúcar, los cereales y los productos lácteos. Sin embargo, en 2002 se observó la tendencia inversa en la factura de importación de alimentos de los países en desarrollo, ya que se estima que aumentó un 6 por ciento, en dólares nominales, y ascendió a más de 68 000 millones de dólares EE.UU. Se estima que la factura de importación de alimentos de los PBIDA aumentó un 9 por ciento, hasta 34 000 millones de dólares EE.UU., en dólares nominales. El incremento de los gastos en concepto de importación de alimentos en 2002 se debió principalmente a la subida de los precios internacionales, especialmente del trigo, los cereales secundarios, los aceites, las grasas y las semillas oleaginosas, aunque los volúmenes de las importaciones también aumentaron ligeramente con respecto a todos los productos básicos, excepto la carne, y a los productos lácteos de los PBIDA.

30. En caso de que el reciente aumento de los precios internacionales de los productos básicos se mantenga en 2003, y afecte a los precios del mercado interno de los países en desarrollo, la demanda de importaciones de alimentos en esos países se verá afectada negativamente. La magnitud de los efectos que dicho aumento pueda tener en los volúmenes de importación dependerá del crecimiento de los ingresos, la producción nacional y la elasticidad de la oferta y la demanda de los diversos productos. Por ejemplo, en ciertos PBIDA el consumo suele ser más sensible a las variaciones de precios y, por tanto, la demanda de importación de determinados productos, como la carne, los aceites, las grasas y las semillas oleaginosas, puede verse afectada por la subida de los precios.

B. ACCESO A LOS ALIMENTOS

31. Según las últimas previsiones del Banco Mundial4, el producto interno bruto (PIB) de los países de ingresos altos crecerá en torno al 2,1 por ciento en 2003, mientras que los países en desarrollo crecerán bastante más rápidamente, a un ritmo del 3,9 por ciento. Asia oriental se sitúa en cabeza, con un crecimiento del 6,1 por ciento, seguida de Asia meridional, con un 5,4 por ciento (véase el Cuadro VII del Anexo). Se prevé que otras regiones crecerán a un ritmo inferior al 4 por ciento, y en especial América Latina crecerá un mero 1,8 por ciento. Fuera de Asia y Europa oriental, las tasas de crecimiento de la mayoría de los países en desarrollo son demasiado bajas para generar un efecto acusado en la reducción de la pobreza.

32. El acceso a los alimentos está estrechamente relacionado con los niveles de ingresos. En anteriores evaluaciones de la seguridad alimentaria mundial, se examinaron los indicadores mundiales de la pobreza y la desigualdad. Puesto que desde la última evaluación no han aparecido nuevos datos mundiales sobre la pobreza (véase el Cuadro VIII del Anexo)5, la atención en esta ocasión se centra en las cuestiones relacionadas con el comercio agropecuario, ya que existe un debate en curso sobre la posible contribución del comercio al crecimiento económico y agrícola general y a la reducción de la inseguridad alimentaria.

Reforma del comercio y seguridad alimentaria

33. Habida cuenta de que más del 70 por ciento de las personas pobres vive en zonas rurales, la agricultura sigue constituyendo una actividad económica vital a fin de dar a las personas la posibilidad de alimentarse a sí mismas, produciendo sus propios alimentos, o de ofrecer una fuente de empleo e ingresos para acceder al suministro alimentario. La cuestión fundamental es la manera en que los países en desarrollo, en particular los países importadores netos de alimentos –y su población expuesta a la inseguridad alimentaria y vulnerable–, se benefician del nuevo marco del comercio agrícola, y qué políticas y programas se precisan para aprovechar las oportunidades comerciales generadas por las reformas del comercio.

34. Como resultado de los cambios que provocan en las pautas comerciales, las relaciones de intercambio y los precios, las reformas del comercio en general afectan a los ingresos nacionales, a la riqueza y a su distribución, y repercuten por ello directamente en las posibilidades de acceder a los alimentos. De igual modo, las reformas influyen en el suministro alimentario y la disponibilidad de productos básicos a nivel mundial, nacional y doméstico, así como en su estabilidad.

35. En el párrafo 12 de la Declaración de la CMA:cad se señala lo siguiente: “Reafirmamos el Consenso de Monterrey e instamos a todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a aplicar los resultados de la Conferencia de Doha, especialmente los compromisos relativos a la reforma del sistema de comercio agrícola internacional, con particular referencia a los párrafos 13 y 14, habida cuenta del papel que el comercio agrícola internacional debe desempeñar, de conformidad con el Compromiso Cuarto del Plan de Acción de la CMA, con miras a promover el desarrollo económico, aliviar la pobreza y conseguir los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, en particular en los países en desarrollo”.

36. Los argumentos en favor de la liberalización del comercio se basan en su capacidad potencial de generar un amplio aumento del bienestar mundial. El alcance estimado de estos avances del bienestar varía considerablemente en función del año base empleado en los modelos de simulación, y de la amplitud de las reformas en los sectores y países participantes6. También se han examinado en detalle las probables consecuencias de la liberalización del comercio agrícola. La FAO infiere que, en general, los resultados de todos estos estudios indican que los beneficios previstos de la liberalización del comercio agrícola son menos importantes para los países en desarrollo que para los países desarrollados.

37. Por ejemplo, según un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), si los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) abandonaran completamente todas sus intervenciones que distorsionan las políticas, las consecuencias más apreciables se dejarían sentir en los productos básicos de las zonas templadas, que son la razón de la mayor parte de las distorsiones de la OCDE (60 por ciento)7. El Japón, Noruega, Suiza y, en menor medida, la Unión Europea (UE) reducirían su producción de esos productos básicos, al tiempo que Australia, el Canadá, los Estados Unidos de América y Nueva Zelandia incrementarían la suya. También saldrían beneficiados algunos países en desarrollo, como la Argentina (trigo, maíz y carne de vacuno) y el Brasil (aves de corral). La mayor parte de los países en desarrollo reducirían sus importaciones de productos básicos procedentes de zonas templadas.

38. Se prevé que los países en desarrollo se beneficiarán más de la reforma del comercio de productos competidores y tropicales, que representan un 40 por ciento del apoyo total. Ejemplos de ello son: la Argentina (aceites vegetales), el Brasil (azúcar), China (frutas y hortalizas), Indonesia y Malasia (aceites vegetales), el Pakistán (algodón), Tailandia (arroz y azúcar) y Zimbabwe (tabaco). Puesto que los países de la OCDE no son productores importantes de productos tropicales, los principales beneficios se realizarían sólo si se eliminara la progresividad arancelaria8 o se abolieran los impuestos al consumo específicos de esos productos, puesto que los aranceles son ya bastante bajos.

39. Con respecto a los productos básicos, el análisis del FMI puso de relieve lo siguiente9:

      1. La liberalización del mercado del algodón beneficiaría a los países de África occidental y la CEI, puesto que el precio mundial aumentaría en torno a un 4 por ciento. Los Estados Unidos de América se beneficiarían de la retirada de sus subvenciones al algodón.
      2. La retirada de la ayuda financiera al arroz, el azúcar refinado y el trigo daría por resultado un incremento del precio mundial de esos productos del orden del 2 al 8 por ciento. Pocos países pobres se beneficiarían. Los principales perjudicados serían las islas pequeñas y varios países del Oriente Medio y África del Norte que son importadores netos, así como algunos países que en la actualidad gozan de un acceso preferencial a los mercados de la OCDE.
      3. La liberalización de la carne de vacuno haría aumentar su precio mundial en un 7 por ciento y los principales beneficiarios incluirían una serie de países de ingresos medianos y altos de América Latina, mientras que los perjudicados por la liberalización incluirían a varios países de ingresos bajos.
      4. Los precios de la leche (con inclusión de la leche en polvo, fácilmente comerciable) aumentarían en un 23 por ciento. Los beneficiados serían principalmente los países de ingresos medianos y altos, mientras que muchos países en desarrollo saldrían perdiendo.

40. Los cálculos de la mejora del bienestar derivada de la eliminación de los obstáculos al comercio de mercancías –tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo– oscilan entre los 250 000 millones y los 620 000 millones de dólares EE.UU. anuales, de los que entre un tercio y la mitad corresponderían a los países en desarrollo10. El Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) ha calculado que los beneficios totales para los países en desarrollo como resultado de un recorte del 50 por ciento de los aranceles, por parte de los países desarrollados y los países en desarrollo, serían del orden de 150 000 millones de dólares EE.UU., cerca del triple de los flujos de ayuda actuales11.

41. En general se acepta que un comercio más libre en el sector agropecuario podría contribuir de forma intensa al desarrollo rural y la reducción del hambre. No obstante, los beneficios de un comercio más libre no llegan automáticamente. Numerosos países en desarrollo precisan políticas y programas de apoyo que ayuden a incrementar su productividad agropecuaria y la calidad de sus productos, a fin de aumentar la competitividad en los mercados internos e internacionales. Como ejemplos de políticas de apoyo cabe mencionar las reformas de las instituciones y los mercados, las inversiones en carreteras, los sistemas de información sobre los mercados y la industria de servicios conexa, y medidas normativas para fomentar las innovaciones tecnológicas apropiadas. Sobre todo, los países deben velar por la identificación y la protección de personas, familias y grupos vulnerables perjudicados por los efectos iniciales de las reformas comerciales, mediante medidas y redes de seguridad bien concebidas.

Apoyo de la FAO para mejorar la capacidad de negociación sobre comercio agropecuario

42. En vista de la importancia crucial de las cuestiones comerciales para la seguridad alimentaria, el CSA en su 28º período de sesiones recomendó a la FAO “ayudar activa y positivamente a los Estados Miembros en desarrollo a mejorar su capacidad para cumplir las normas internacionales sobre inocuidad de los alimentos y participar en las negociaciones comerciales sobre la agricultura, con el respaldo de recursos suficientes asignados para este fin”12. En consecuencia, la FAO ha prestado especial atención a un amplio número de peticiones recibidas en 2002 de los Estados Miembros para obtener ayuda en los preparativos para las nuevas negociaciones sobre agricultura de la OMC. La FAO ha formulado un nuevo programa sobre creación de capacidad relacionada con el comercio agropecuario, pesquero y forestal, denominado “Programa general – II”. El programa prevé la prestación de ayuda inmediata a los Estados Miembros para las negociaciones multilaterales, así como la creación de capacidad de las instituciones y los recursos humanos para que aumenten sus posibilidades de aprovechar las oportunidades comerciales a plazo medio.

43. El Comité tal vez desee señalar a la atención de la comunidad de donantes la importancia del citado programa y solicitar su apoyo.

III. INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

A. DOCUMENTO MARCO SOBRE INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

44. Tal como recomendó este Comité en su 28º período de sesiones, se preparó un documento marco relativo a la elaboración de sistemas nacionales amplios de inocuidad de los alimentos para que el Comité de Agricultura (COAG) lo examinara en su 17º período de sesiones (31 de marzo – 4 de abril de 2003) que se presenta asimismo a este Comité como documento CFS: 2003/Inf.9. El marco se funda en trabajos sobre normas alimentarias vigentes, las evaluaciones de riesgos conexas, las actividades de asesoramiento científico y creación de capacidad realizadas por la FAO, la Comisión del Codex Alimentarius y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se invita al Comité a brindar orientaciones adicionales sobre nuevas iniciativas a fin de elaborar una estrategia revisada de inocuidad de los alimentos basada en los debates del Comité de Pesca (COFI) y el COAG (CFS: 2003/LIM/1) en relación con el documento marco de la FAO sobre inocuidad de los alimentos.

B. FOROS MUNDIALES Y REGIONALES DE AUTORIDADES DE REGLAMENTACIÓN SOBRE INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

45. En las últimas reuniones de los Comités Coordinadores Regionales del Codex para Asia, África y el Cercano Oriente se manifestó interés por la puesta en práctica de las recomendaciones formuladas en el primer Foro Mundial de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos (FM-1) y por la celebración de conferencias regionales sobre inocuidad de los alimentos en otras regiones. En su 123º período de sesiones el Consejo señaló que podrían celebrarse debates regionales sobre medidas prácticas para promover cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos coincidiendo con las próximas Conferencias Regionales de la FAO, incluso con la posibilidad de celebrar mesas redondas ministeriales o de alto nivel. La decisión de convocar nuevas conferencias panregionales FAO/OMS sobre inocuidad y calidad de los alimentos debería quedar en manos de los países de cada región13.

46. La FAO y la OMS convocaron una reunión preliminar con los representantes de los países del G-8 y de la Comunidad Europea, el 12 de febrero de 2003 en Ginebra, con objeto de debatir las disposiciones para la convocación del FM-2, así como las contribuciones financieras para su celebración. En términos generales los asistentes a la reunión se mostraron satisfechos por los resultados del FM-1 y recomendaron que se convocara el FM-2 con la misma finalidad que el primero. Ratificaron asimismo la recomendación del FM-1 relativa al tema principal del FM-2, a saber: “Establecimiento de sistemas eficaces de inocuidad de los alimentos”. Está previsto que a principios de julio de 2003 se celebre una reunión preparatoria del FM-2, con la participación de representantes de determinados países de todas las regiones, para ultimar los preparativos.

C. ACTIVIDADES DE CREACIÓN DE CAPACIDAD

47. En febrero de 2003, la FAO y la OMS presentaron oficialmente el Fondo Fiduciario FAO/OMS en favor de la participación en el Codex, con un presupuesto previsto para los próximos 12 años de 40 millones de dólares EE.UU. El Fondo Fiduciario ayudará a las autoridades de reglamentación y los expertos en alimentación de todas las zonas del mundo a participar en la labor de establecimiento de normas internacionales y aumentar su capacidad para elaborar normas efectivas sobre la inocuidad y calidad de los alimentos, tanto en el marco del Codex Alimentarius como estableciendo sistemas nacionales de inocuidad de los alimentos en sus propios países.

48. A modo de complemento del comunicado conjunto emitido por los jefes ejecutivos de la FAO, la OMS, la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), la OMC y el Banco Mundial en la Reunión Ministerial de la OMC en Doha, se ha establecido en la OMC un Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio con una contribución financiera inicial del Banco Mundial. Una Secretaría permanente, ubicada en la OMC, se encargará de la gestión del Servicio, bajo la orientación de un comité de políticas y la supervisión directa de un grupo de trabajo técnico integrado por representantes de los cinco organismos patrocinadores. Éstos han preparado y aprobado un documento en el que se esbozan los criterios que habrán de examinarse en la selección de los proyectos que financiará el Servicio.

IV. CUESTIÓN FUNDAMENTAL SELECCIONADA: EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y REPERCUSIONES PARA LA PRODUCCIÓN SOSTENIBLE DE ALIMENTOS

49. Desde principios de los años ochenta los climatólogos vienen prediciendo un importante calentamiento de la Tierra durante los próximos decenios como consecuencia del incremento del dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera. En un exhaustivo estudio de la FAO de mediados de los años noventa14 se examinaban los efectos del cambio climático en el rendimiento de los cultivos; si bien en las regiones de latitud media y elevada los efectos parecían ser positivos o menos adversos que los registrados en regiones de baja latitud, se evaluaban las posibilidades de que se produjera una disminución de la seguridad alimentaria en los países en desarrollo.

50. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos (IPCC), se prevé que el cambio climático afectará a la productividad agropecuaria, la salud humana y la actual base de recursos naturales. Las conclusiones del IPCC muestran que probablemente los países en desarrollo serán los que más sufran los efectos negativos del cambio climático. La mayor vulnerabilidad se estima en los países menos adelantados (PMA) de las zonas tropicales y subtropicales que, aparte de su grado de exposición a las catástrofes, cuentan con una limitada capacidad humana, institucional y financiera para anticiparse y responder a los efectos directos e indirectos del cambio climático. Se espera que el aumento del nivel del mar previsto afecte severamente a las tierras bajas en zonas costeras y los pequeños Estados insulares.

51. La nueva información de que se dispone confirma que se necesitan políticas para facilitar el ajuste de la agricultura a la probabilidad del cambio ecológico y mejorar la resistencia de la producción de alimentos. Tales ajustes pueden incluir la modificación de las políticas agronómicas, la adopción de cultivos que se sabe son resistentes al calor y la sequía, un aumento de la eficiencia del riego y la conservación del agua y una lucha contra las plagas mejorada.

52. Los efectos del cambio climático en la seguridad alimentaria y sus consecuencias para la producción sostenible de alimentos se tratan en mayor detalle en el documento CFS: 2003/Inf.12, preparado en respuesta a la recomendación formulada por este Comité en su 28º período de sesiones.

V. ASUNTOS QUE SE SOMETEN AL EXAMEN DEL COMITÉ

53. El Comité tal vez desee recomendar lo siguiente:

_______________________________

1 FAO, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI), 2002. Las cifras reflejan datos anteriores revisados y datos más recientes, de manera que pueden no ser comparables con estimaciones anteriores de la FAO. La FAO actualiza periódicamente sus cifras anteriores sobre la subnutrición a medida que los Estados Miembros facilitan datos corregidos. Por tanto, la estimación para 1998-2000 no debe compararse con la estimación para 1997-1999 (777 millones de personas afectadas por el hambre en los países en desarrollo) publicada en la edición de 2001 del SOFI.

2 Con arreglo al promedio del período 1998-2000, los cereales contribuyeron en un 57 por ciento al aporte calórico total en los PBIDA; la proporción en los países en desarrollo en general fue similar.

4 Banco Mundial, Global Economic Prospects 2003 (“Perspectivas económicas mundiales para 2003”).

5 En el Cuadro VIII del Anexo se presenta información sobre los ingresos nacionales brutos per cápita, por país, sobre la tasa de crecimiento del PIB per cápita y sobre los ingresos nacionales brutos per cápita expresados a paridad de poder adquisitivo (PPA).

6 FAO, World Agriculture: Towards 2015/2030 (“Agricultura mundial: hacia 2015/2030”), Earthscan Publications Limited, 2003, págs. 249-251.

7 FMI, World Economic Outlook: Essays on Trade and Finance (“Panorama de la economía mundial: ensayos sobre comercio y finanzas), septiembre de 2002, pág. 80.

8 FMI y Banco Mundial, Market Access for Developing Country Exports – Selected Issues (“Acceso a los mercados para las exportaciones de los países en desarrollo: cuestiones seleccionadas”), septiembre de 2002, pág. 6.

Los aranceles progresivos –derechos que son menores en las materias primas sin elaborar y aumentan marcadamente con cada paso de la elaboración y el valor añadido– socavan la industria manufacturera y el empleo en los países en desarrollo. Un exportador de tomates chileno se enfrenta a un arancel estadounidense de 2,2 por ciento en las exportaciones de tomate fresco, pero casi del 12 por ciento si están elaborados en salsa. Los aranceles progresivos contribuyen a que Ghana y Côte d'Ivoire exporten solamente cacao en grano sin elaborar, Uganda y Kenya granos de café crudo y Malí y Burkina Faso algodón en rama.

9 El análisis se basó en un modelo de equilibrio parcial para evaluar los efectos a corto plazo de la liberalización de la industria nacional en las relaciones de intercambio, con respecto a los flujos de comercio netos de seis productos básicos.

10 FMI y Banco Mundial, Market Access for Developing Country Exports – Selected Issues (“Acceso a los mercados para las exportaciones de los países en desarrollo: cuestiones seleccionadas”), septiembre de 2002, pág. 5.

11 DFID, Trade Matters 13: Trade and Poverty (“Cuestiones comerciales nº 13: comercio y pobreza”), octubre de 2002.

12 Informe del 28º período de sesiones del CSA (Roma, 6-9 de junio de 2002), párr. 11.

13 Informe del 123º período de sesiones del Consejo, Parte VII.

14 FAO, Global Climate Change and Agricultural Production: Direct and Indirect Effects of Changing Hydrological, Pedological and Plant Physiological Processes (“Cambio climático y producción agropecuaria mundiales: efectos directos e indirectos de los cambios en los procesos hidrológicos, pedológicos y fitofisiológicos”), John Wiley & Sons Ltd, 1996. Véase también el capítulo 13 de la publicación de la FAO, Agriculture Towards 2015/2030, 2003.


 


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